lunes, 27 de septiembre de 2010

Cómic: Los Náufragos del Tiempo 3

Hoy reseña/crítica/comentario de LOS NÁUFRAGOS DEL TIEMPO VOLUMEN 3. Con el tercer tomo de Glenat para la saga francesa, comienza la aventura en solitario de Paul Gillon en la misma, convirtiéndose hasta su final en responsable de la totalidad de resultados y evolución de la serie.

LOS NAUFRAGOS DEL TIEMPO 3 de Paul Gillon: ***3/4

Pese a que El Tapir parece haber sobrevivido, Gillon prefiere recomenzar la aventura y partir de cero con un nuevo ciclo que se inicia con el regreso de Chris y sus seguidores a Limaván. Se introduce entonces a "Philos" una pequeña mascota telépata con la que exteriorizar los sentimientos del protagonista (a modo de bocadillos mentales) sin tener que recurrir a impostadas exclamaciones de opereta. También el resto de caracteres sufrirán una sutil, pero interesante atenuación de sus arrebatos cómicos y excesivas demostraciones de personalidad, con lo que se nota la mano del autor a la hora de reconducir la saga hacia un camino menos paródico y más maduro a varios niveles. En esta línea revisionista contemplaremos atónitos en el primer álbum, "Tierna Quimera", la muerte de una desmejorada Valerie, solo para acto seguido descubrir que ésta fue secuestrada y suplantada en la aventura anterior, con la misma finalidad con la que la hizo suya el Tapir, que no es otra que utilizar a Chris a ayudar a un homólogo del mismo (el líder de su raza en realidad) e idéntico a este visualmente, en una descarada declaración de intenciones de Gillon para reiniciar la saga del mismo modo que hiciese Forest con su trama fundacional; conspiración, viaje, búsqueda y rescate de Valerie en otro mundo.

Además, el autor prefiere soltar lastre con los elementos previos que no parecen ser de su agrado o convencerle del todo, como la mutante Quinina (tres mujeres enamoradas parecen ser demasiados vértices emocionales para manejar cómodamente y que aporten algo interesante cada una de ellas), a la que Chris olvida tan pronto Valerie le llama, abandonándola - convertida ya en un monstruo - durante su huida. Pero al mismo tiempo introduce nuevos personajes que darán sus frutos en posteriores capítulos, destacando a la antagónica Beryl Rosemayor, un alto cargo del gobierno que supondrá la antítesis no enamoradiza del héroe, con la que sí encontraremos a un personaje femenino diferente, ambicioso, arrogante y capaz de moverse por sus propios intereses y no solo para conseguir el cariño del protagonista. En este sentido Gillon parece querer hacer madurar a sus personajes, ofreciendo hermosas reflexiones sobre la amistad ("Un amigo tiene todos los derechos"), los juicios de valor ("¿Una verdad que no se puede creer es una mentira?") o la misma naturaleza humana ("Tener tanta necesidad de los demás nos hace sentir más intensamente nuestra soledad").

Pero donde la serie definitivamente despega es en su narrativa visual. El nuevo comienzo permite a Gillon disparar su fantasía e inventiva con el detonante que supone el "repetidor espacio-temporal", artefacto que llevará a Chris, y al resto de personajes tras el, a recorrer la galaxia en pos de Valerie dando saltos entre mundos a cada cual más extravagante; desde el planeta habitado por máquinas y controlado por seres reducidos a tubérculos cerebrales (en lo que podría ser una referencia para el Roswell-Villén de "Plutón Verbenero" y homenaje a los trípodes robóticos alienígenas de Wells), al bestialismo del planeta homínido, hasta la propia visualización de los saltos, entre lisérgicas esferas energéticas que sugieren "un mal viaje" en toda regla (aun estamos en los 70, no lo olvidemos). Asimismo el segundo álbum, "Los amos soñadores", supone otro derroche de imaginación con las ensoñaciones materializadas de los soñadores, el empleo del sonido para efectuar cambios sobre la estructura del planeta, así como el uso de piedras como seres biológicos o la descripción de las cuevas subterráneas donde moran los Anthopolemos (en las que el color de Hubert juega un papel esencial).

El cuidado de Gillon parece haber aumentado hacia la serie más si cabe, mientras mantiene esa línea perfecta de definición e ilustración de los personajes, de estudio anatómico y emocional. A mi juicio la saga gana algunos enteros al tiempo que se reconfigura para dar paso a su momento álgido en el siguiente tomo, en lo que puede verse como la ambición del autor en demostrar su capacidad plena también como guionista tras la salida de Forest del proyecto por diferencias tanto creativas como económicas.

3 comentarios:

  1. Siempre creí que la serie bajaba bastante en calidad con la marcha de Forest, así que sólo tengo los tres primeros tomos. Espero con ganas los análisis que vienen.

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  2. Si, es curioso como ese es el parecer general del aficionado, pero yo por contra encuentro elementos más interesantes en el devenir de Gillon como guionista, que prefiere dejar de lado el humor excesivamente irónico en favor de una mayor madurez (y pesimismo) de sus personajes. Además se alcanzan cotas de fantasía asombrosas, sobre todo en "El sello de Beselek", primer álbum del 4º tomo. Gracias por el comentario. Vendrán.

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  3. AUN ASI, FOREST (AUTOR DE BARBARELLA) SIGUE CON SU PARTICULAR SPACE-OPERA EXCEPCIONAL EN LA QUE NO SOLO TIENE UNA LECTURA MITOLOGICA, SINO QUE ADEMÁS SE BASA (PARCIALMENTE) EN LOS NAUFRAGOS DEL AIRE DE JULIO VERNE, ADEMÁS ES UNA PRECURSORA DE LA CIENCIA FICCION MODERNA

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