martes, 26 de abril de 2011

Cómic: La Señorita Else

Hoy reseña/crítica/comentario de LA SEÑORITA ELSE. Instigado por los alentadores comentarios del señor Pons en su selección de lanzamientos editoriales para el Saló 2011, me he acercado cauteloso (su criterio es siempre sólido, pero en cuestión de gustos ya se sabe) a esta obra, finalmente algo decepcionante pese a su virtuosismo técnico.

LA SEÑORITA ELSE de Manuele Fior: **1/2

Adaptación de una novela corta desoladora de Arthur Schnitzler, la historia narra el descenso de su joven protagonista hacia la desesperación, causada por apremios familares de índole económica. Asfixia personal que aumentará por una serie de encorsetadas y prepotentes actitudes sociales de la Viena de principios del siglo XX, que se retratan despiadadas, crueles y rastreras, por parte tanto de familia como supuestos amigos. El trabajo- soberbio - del joven ilustrador italiano Manuele Fior, resulta lánguido y hermoso, recreando la atmósfera y la plástica de la época con referencias a Klimt, al tiempo que emplea un colorido y estilismo muy cercano en intenciones emocionales al de su homólogo francés en cuestiones sensitivas; Bastien Vivès. Evoca la soledad y angustia existencial de la protagonista con sutileza y eficacia, al tiempo que introduce el elemento narrativo más destacado de la novela, el monólogo interior, con bastante solvencia, dando por resultado una traslación bastante literal del material de partida.

Y quizás ese sea el problema más destacable para el que suscribe. Que no aporta nada especialmente destacable a una trama perfectamente descrita en su soporte original. El nuevo envoltorio es bello y delicado, pero el fondo sigue siendo deprimente, tanto que una vez pasada su última página uno no puede sino recomendar el acercamiento a este trabajo con cierta precaución; evitar su lectura durante tardes lluviosas de domingo. Además, ninguno de los personajes acaba por ofrecernos ninguna simpatía, y el terrible (aun en parte previsible) final tampoco emociona, constriñe o conmueve más allá del asqueo minimamente esperable. Esta última es, evidentemente, una apreciación más personal pero que no deja de ser un elemento de cierto peso con el que desentendernos de lo que pasa para disfrutar unicamente del precioso trazo que se despliega para ello. Al final hay más de una conexión con el autor de EN MIS OJOS.

Si tienen curiosidad, les recomiendo visita a la bonita página del autor Manuele Fior.

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