viernes, 27 de mayo de 2011

Cine: The Burrowers

Los comentarios dispersos pero insistentes dedicados a esta cinta han conseguido convertirla en un agradable sleeper de descarga (o compra vía extranjero, porque de edición en castellano nada). Desde este blog perpetúo la recomendación.

THE BURROWERS de J.T. Petty: ***1/4

Encontrar una película del oeste en nuestros días es ya de por sí una rareza. Que esta sea mínimamente interesante todo un logro. Por ello que la extraña mezcolanza genérica que en este título se aborda llega al aficionado como un refrescante viaje hacia el corazón del terror en las praderas americanas. Vaya por delante que se trata tanto de un sobrio western disfrazado de cinta de terror, como de una eficaz monster-movie ambientada en el oeste. Y es ambas cosas a la vez (que no ninguna), siendo su gran virtud el sopesar de modo elegante y clásico ambas vertientes, extrayendo de dichos géneros sus fluidos básicos para lubricar un producto que funciona a la perfección como engranaje que une dos vertientes a priori tan dispares. Si dentro de los derroteros del far west comienza con la canónica búsqueda de la chica secuestrada por unos malvados seres extraños (con el ambicioso peligro de citar una de las cumbres del séptimo arte; CENTAUROS DEL DESIERTO) que en este caso no son indios aunque en ellos se focalize gran parte de historia, la trama se va reconduciendo de modo inteligente hacia el suspense y el terror desprovisto de trucos baratos.

De este modo la hibridación genérica se aborda con una homogénea dirección y puesta en escena, en la que además su estupendo guión - también obra de Petty - se salta bastante a la torera algunos mínimos de consumo comercial, como mantener el protagonismo intacto, edulcorar el final o moralizar sobre temas transversales, dando por resultado un film más que correcto en sus propuestas y acabado formal, donde la fotografía quemada de Phil Parmet o la interesante partitura original de un habituado al exceso de tópicos como Joseph LoDuca, destacan por su contención y adecuación a la historia narrada. Incluso su acertado casting con tres nombres que coincidieron a lo largo de la serie LOST, como son el siempre soberbio Clancy Brown (comiéndose el protagonismo de todo proyecto que le incluya), William Mapother y Doug Hutchinson, permite a los actores alternar sus roles para conjugar las personalidades de unos personajes con aristas y matices inusuales en una cinta de estas características, recordando por momentos a la magnífica LAS COLINAS TIENEN OJOS de Alexandre Aja.

Evidenteme la producción denota bajo - aunque bien aprovechado - presupuesto, el ritmo es pausado y puede parecer hasta tedioso al neófito para con el género de Ford, Hawks y Hathaway, pero en cuanto se aceptan las reglas del juego propuesto (que basicamente vienen a ser "no hay reglas", al menos no las convencionales), el film se va fortaleciendo en su desarrollo hasta alcanzar un climax imponente, que se ve continuado con inusual interés una vez resuelta la trama central ante la sorpresa del espectador, para ofrecer una conclusión y posteriormente un epílogo final demoledores, que otorgan a la cinta un regusto amargo y descorazonador, pero que redondean un trabajo tan sorprendente como estimultante. No se la pierdan.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Cómic: 3, Calle de los Misterios

Hoy reseña/comentario/crítica de SHIGERU MIZUKI. Tan solo me he acercado en contadas ocasiones al manga (y no por falta de interés en el género) por este blog, siendo una de ellas la dedicada a NONNONBA, la magnífica obra del autor que hoy repite cómic reseñado. 

3, CALLE DE LOS MISTERIOS de Shigeru Mizuki: ***

Gracias a la apabullante sensación dejada por la obra mencionada, las excelencias dramáticas de su OPERACIÓN MUERTE, e incluso en segunda relectura las más que interesantes aventuras de KITARO, el nombre de Mizuki ha pasado a ser un "obligado" en cuanto al tebeo de procedencia oriental. Así pues la aproximación a su siguiente trabajo editado, de nuevo por Astiberri repitiendo el buen gusto exibido en los títulos previos, era parada ineludible. Y dentro de las expectativas 3, CALLE DE LOS MISTERIOS se queda ligeramente por debajo de los trabajos anteriores, pero cumple con creces en cuanto a propuesta de entretenimiento y exploración de la vena fantástico-moralista de autor japonés. La vida, la muerte, la inmortalidad, el amor, el miedo y el drama se dan la mano en siete relatos que alternan brevedad y concisión con mayor duración y enrevesamiento de las tramas, resultando siempre amenas en su lectura, absolutamente precisas en su exposición secuencial así como ejemplares (algo manidos, infantiles, moralizantes o maniqueos según los casos y por ello que la valoración final del trabajo baje algunos enteros en conjunto) en el uso de los códigos narrativos del género al que se adscriben.

En cualquier caso un manga recomendable, en el que como toda buena historia ilustrativa, en parte, de la cultura del país de su autor encontraremos detalles enriquecedores que merecen la relectura y sirven de acicate para seguir manteniendo a Shigeru Mizuki en el punto de mira.

lunes, 23 de mayo de 2011

Cómic: Lupus 4

Hoy reseña/crítica/comentario de LUPUS 4. El último volumen de la serie depara tantas sorpresas como satisfacción en el lector que ha seguido con interés creciente el viaje de Lupus. Un cierre soberbio que deviene en maduración y conclusión emocional de todo lo vivido previamente.

LUPUS VOLUMEN 4 de Frederik Peeters: ****

Tras un susto durante un breve paseo espacial, la relación entre Lupus y Sanaa parece afianzarse hasta alcanzar con el ecuador del álbum y tras una bellísima elipsis el nacimiento de nueva vida (en varias y metafóricas formas). A partir de este momento clave los acontecimientos van a virar hacia la concatenación de una serie de situaciones tan inesperadas como sólidas que irán moldeando el camino del protagonista, dirigiéndolo hacia un destino al tiempo inevitable y congruente, muy hermoso. Al adquirir con este tomo la sensación de plenitud, Peeters va a dejar anonadado al lector por haber sido capaz de conducirle a su antojo por algunos de los vericuetos emocionales más fascinantes del ser humano, consiguiendo además en su recta final que tanto las partes (no olvidemos que se trataba originariamente de una saga por entregas anuales) como el todo cobren una fuerza conjunta abrumadora. En este sentido resulta muy interesante analizar la evolución de las portadas o examinar las oníricas imágenes cuasi psicodélicas que abren y cierran cada volumen como extrapolaciones visuales de los estados mentales de Lupus.

Un cuarto y último episodio extraordinario, con una viñeta conclusiva complice, emotiva, capaz de hacernos reflexionar - desde el metalenguaje expuesto - sobre nuestra propia existencia y todo lo que hemos visto de ella reflejado en esta soberbia historia. Cuando un tebeo consigue eso estamos ante una obra necesaria. No lo duden, un viaje que no olvidarán.

sábado, 21 de mayo de 2011

Cómic: Lupus 3

Hoy reseña/crítica/comentario de LUPUS 3. La tercera parte de la serie se salda con un nuevo salto hacia delante en cuanto a nivel de reflexión y complejidad emocional desarrollada, consiguiendo llevar a los protagonistas a una situación ideal para desglosar los sinsabores de la vida en pareja.

LUPUS VOLUMEN 3 de Frederik Peeters: ***3/4

Tras asistir al tratamiento que la sociedad da a la tercera edad durante el volumen previo, Peeters aborda ahora el peso de los recuerdos como condicionante ineludible para el establecimiento de las relaciones "adultas". De este modo tanto el amor romántico buscado en el reflejo maternal, como la compañía amistosa entresacada de las memorias con Tony (y de entre ellas deslizar la idea de sustitución de la figura paterna), marcarán a fuego el comportamiento del protagonista para con Sanaa en la estación espacial a la que irán a parar en un intento de recuperación subliminal de la - falsa en este caso - felicidad de su infancia. Un compendio de idas y venidas emocionales ejemplarmente expuestas gracias a la capacidad ilimitada del autor en la expresión facial y corporal de sus personajes. Al mismo tiempo se ahondará con inteligencia en las diferencias de sus carácteres (para Lupus ser como todo el mundo es "...la cosa más aburrida y humillante que a uno le pueda pasar", pero Sanaa comenta; "...siempre he tenido miedo de no ser como todos los demás") sin olvidar los singulares chispazos de humor que salpicarán su recorrido. Una narrativa secuencial que se ralentiza o acelera en función de una magistral puesta en escena de Peeters, capaz de transmitir urgencia (el robo de la nave médica) o calma (el recorrido por la estación) sin cambios abruptos de ninguna clase.

Un volumen ejemplar en su ya madura definición temática del viaje de Lupus, en el que unas incisivas reflexiones ("la pareja nunca ha sido el antídoto contra nada") acercan la obra a lo que buscaba ser desde el principio y se ha tomado su tiempo para alcanzar a través del género fantástico; una historia de amor sincera, compleja, profunda y conmovedora.

jueves, 19 de mayo de 2011

Cómic: Lupus 2

Hoy reseña/crítica/comentario de LUPUS 2. La segunda parte de la saga continua su excelente pulso con un remanso de paz donde ahondar en la vistosidad sci-fi tanto como en los caracteres principales y nuevos secundarios.

LUPUS VOLUMEN 2 de Frederik Peeters: ***1/2

Lupus y Sanaa van a encontrar refugio durante su huída en un planeta geriátrico, donde la puesta en escena visual de la flora originaria fascinará al lector amante de la ciencia ficción más clásica (con reminiscencias al Ballard de EL MUNDO SUMERGIDO), salpicando la historia con pequeños detalles de genialidad cotidiana futurista; la camiseta cuyos eslóganes cambian en función de la percepción ambiental o los "falsos viejos" que intentan engañar a los turistas. El remanso de paz en el que se verán los protagonistas envueltos se potencia con la elección de Peeters en el tipo de planeta y población que lo habita (en este sentido no es casual la idea de conexión entre árboles y ancianos); prácticamente un parque temático de la vejez donde retirar a los mayores y apartarlos de la vista de una sociedad que pese a sus avances tecnológicos, solo ahonda con ellos en su estancamiento como especie. Una lúcida reflexión sobre la tercera edad en la que encontraremos nuevos personajes que con un par de trazos e incluso sin diálogo - gracias a la maestría en la ilustración y puesta en escena del autor - casi nos robarán el cariño que hemos depositado en los principales. Y todo ello sin perder de vista y haciendo evolucionar las personalidades y relación entre Lupus y Sanaa de modo orgánico, sensitivo (maravillosa la secuencia nocturna de su desnudo), tremendamente delicado.

Una delicia de continuación que mantiene el pulso de su primera parte y que explora nuevos territorios, dando buena cuenta de que Peeters opta por no repetir esquemas, prefiriendo afrontar nuevas posibilidades, cambios de rumbo y perspectivas en su viaje.

martes, 17 de mayo de 2011

Cómic: Lupus 1

Hoy reseña/crítica/comentario de LUPUS 1. Comienzo repaso de una de las mejores sagas comiqueras de los últimos tiempos. Una suerte de drama existencial y amoroso disfrazado de road-movie de ciencia ficción. Un conglomerado genérico que se salda con un éxito rotundo.

LUPUS VOLUMEN 1 de Frederik Peeters: ***1/2

Ya he mencionado por estos lares mi admiración por el trabajo de Peeters, siendo la saga que aquí comienza quizás su obra más redonda y conseguida, tanto por la madurez y asentamiento de una de las manos más hábiles y narrativamente más brillantes del presente tebeístico, como por la profundidad y complejidad de su discurso. A modo de un EASY RIDER espacial en toda regla, Lupus y Tony van a parar a un planeta donde encontrarán a Sanaa. Su año sabático de drogas, renovación de amistad y reajuste personal dará un vuelco y lanzará al protagonista a un inesperado viaje iniciático. La elección del blanco y negro refuerza la sensación de intimidad expositiva emocional, haciendo del trasfondo fantástico (la imaginería visual de Peeters resulta siempre sorprendente y llamativa, en la mejor línea del género) algo cotidiano y rápidamente asumible para centrarse en los personajes. Secuencias espectaculares (la pesca a remolque del monstruo marino) y terriblemente dramáticas (el tiroteo final) se intercalan con otras cotidianas, silentes y sutiles, siendo todas ellas siempre planificadas con una efectividad magistral. Reflexiones hermosas y sinceras ("..como el vacío espacial aspira el aire, el vacío existencial vacía probablemente el amor") exentas por las viñetas a las que acompañan de pedantería o efecticismos baratos, se acompañan de unos diáologos sencillos, fluidos, cargados de naturalidad.

Se configura de este modo un primer volumen soberbio que atrapa al lector con la facilidad invisible que destilan las que se adivina van a ser grandes obras. Editado en gran formato por Astiberri en pulcra rústica con solapas. El comienzo de un viaje a no perderse.

domingo, 15 de mayo de 2011

Tv: The Wire (Bajo Escucha)

Definir una obra maestra en cualquiera de las artes conocidas es un acto que tiene tanto  de valentía como de temeridad. Defender como una obra maestra un trabajo que nos ha impactado, conmovido y cambiado nuestra forma de ver y entender el mundo es un acto de justicia. THE WIRE es, para mí, una obra maestra.

THE WIRE de David Simon y Ed Burns: *****

Voy a evitar meterme, por lo arriba apuntado, en los berenjenales que supone la disección del concepto en sí mismo y paso a valorar lo mejor posible, pero sin exceso de celo y espacio (ya habrán leído y leerán de gente mucho más certera las virtudes de esta imprescindible serie) los motivos y aspectos principales que convierten en una experiencia inigualable el visionado de las cinco temporadas que constituyen el total de este poema contemporáneo televisivo de la HBO. Básicamente porque resulta a estas alturas del todo innecesaria la ristra de adjetivos superlativos que sería capaz de dedicarle de modo incansable a todos y cada uno de sus elementos narrativos, temáticos o audiovisuales, tan solo apelaré a las sensaciones que todavía bullen en mi cabeza tras la colocación de la última pieza de este puzzle colosal, su simplemente perfecto episodio final. Podría escribir ríos de tinta (digital) alabando el empleo de la - ausencia de - música, de su soberbia fotografía entre documental y naturalista, de todos y cada uno de sus aspectos técnicos y artísticos, pero solo voy a abordar someramente los tres que, creo, son las claves de su maestría; la puesta en escena, las tramas y los personajes.

THE WIRE es la disección de la ciudad americana moderna de David Simon, secundado por el ex-policía Ed Burns. A través del género policiaco más verité jamás filmado y de forma brutalmente seca, la serie evoluciona de forma casi imperceptible hacia una aspiración superior, hacia una anatomía despiadada de la sociedad cosmopolita contemporánea, del mundo actual en toda su dimensión y profundidad. Y lo hará desde el más bajo escalafón de la cadena (los vendedores de las esquinas, los yonkis, los vagabundos, los trabajadores de sol a sol, etc...), hasta el más elevado (los políticos, los oficiales superiores de policía, los traficantes a gran escala), pasando por todos los demás. THE WIRE es un catálogo tan feroz como emotivo de las relaciones humanas al tiempo que un fascinante mecanismo de relojería narrativa, con unos guiones trazados con tiralineas a varias temporadas vista.

Con dicha anticipación y la libertad artística que la bendita HBO (que llegó a dudar del producto en su 4ª temporada debido a su escasa repercusión comercial) les permitía a sus creadores, la serie se construye y presenta con una parsimonia que puede resultar cargante y exasperante para con el seguidor de CSI, pero como dijo David Simon; "Que se joda el espectador medio". No le llevará al consumidor que demande calidad a sus productos demasiado tiempo el comenzar a engancharse a los personajes mejor y más brillantemente dibujados en la historia de la televisión. McNulty, Freamon, Bubbles, Omar, Kima, Stringer, Bunk o Avon, serán nombres que se van a recordar de por vida gracias a un plantel actoral que deja en paños menores a todo lo oscarizado en la última década. Su dirección sobria, contenida, densa, inteligente y desafiante siempre va un paso por delante de nosotros. Sus tramas se desarrollan a tantos niveles con tanta complejidad que a veces resultará necesario espaciar los capítulos, pero al retomarlos, su seguimiento se verá fortalecido y la pasión por la saga se incrementará exponencialmente por episodio y temporada hasta acabar concluyendo de modo indefectible que THE WIRE es una jodida obra maestra.

viernes, 13 de mayo de 2011

BSO: The Way Back

Adelanto comentario de mi nueva reseña para Scoremagacine, dedicada a un trabajo que ya cité en su momento y que pese al tiempo transcurrido (y una ligera decepción en cuanto a lo apuntado previamente), creo merece la pena destacar.

THE WAY BACK de Burkhard Dallwitz: **3/4

Para esta caminata/odisea superior a las dos horas, Dallwitz aplica poco más de treinta minutos de partitura original en las imágenes, dosificando su empleo con milimétricas intenciones para comenzar con la introducción del calvario personal del protagonista como un ostinato minimalista para cuerda y electrónica en la pista "Interrogation", que ofrece un motivo ondulante, sostenido, de tintes melancólico y etéreos, casi una pérdida paulatina de fuerza salpicada de un halo de resistencia. Una suerte de síntesis motívica emocional de inteligente empleo dramático cinematográfico en el uso circular que se hará del mismo en la pista final "Keep on walking".

La atmósfera áspera y gélida que representará el paso por el gulaj adquiere un tono más lúgubre y funesto, de texturas electrónicas apagadas y sostenidas en cortes como "New arrivals", "Plans for escape" o "A brave man", que ven traducida la desesperanza y dureza de la situación con brillantez ilustrativa pero tibios resultados musicales. El único momento de acción del trabajo en "Escape", se abraza por completo a las líneas maestras rítmicas y sintéticas que Hans Zimmer ha instaurado como ejemplo de efectividad ajena a ilustración temporal o situacional alguna. Sin embargo Dallwitz es capaz de ir un poco más allá del tópico, conjugando con acierto sensaciones gracias a la construcción de un tema ascendente de aire noble y heroico, un aliento de victoria y superación. Este, plenamente desarrollado en "Lake Baikal" y retomado en los "Closing Credits", se ve arropado en su primera aparición por guitarras y balalaica, abriendo con esperanza las posibilidades del pequeño grupo evadido en la consecución de su objetivo.

Sigue esta línea en intenciones la aparición del duduk en "Freedom?", que recordará irremediablemente de nuevo al Zimmer de GLADIATOR, y su continuación estilística en "Mirages don´t have birds", completando las pistas menos interesantes - por la clara referencia sonora - aun aportando algo de colorido al conjunto. Más interesante en el ámbito musical se presenta el final del recorrido, encontrando el pleno desarrollo de la vertiente melódica más destacada en las pistas "Tibet" e "India", con una bella melodía para cuerda y viento construida a medio camino entre la elegía y la aventura. Se recapitularan todos los motivos y temas expuestos en los mencionados "Closing Credits", a todas luces el corte más destacado de la partitura por su modélico recorrido por los momentos más destacables de este interesante trabajo.

Puedes leer la reseña completa en Scoremagacine.

Cómic: Carlos Trillo

No soy dado a frases de perogrullo ni a reiterar lo que ya es sabido, pero dada la magnitud de la tragedia no me queda más que aseverar que se nos marchó uno de los más grandes guionistas del tebeo mundial. A modo de recordatorio y muestra de admiración, unas mini reseñas de algunos de sus trabajos más queridos por el que escribe.

VIAJERO DE GRIS
con Alberto Breccia: ***3/4
Tras la mítica colaboración de Breccia con Oesterheld en MORT CINDER, esta obra podría verse como una secuela no confesa de la misma (y reiteración en parte de la idea de evasión de LAS PUERTITAS más adelante comentada), por aquello de que las vidas que el protagonista en su celda imagina - o llega a vivir realmente - repiten la estructura episódica autoconclusiva y su exploración del ser humano en todas sus épocas y vertientes, pero Trillo aporta una cualidad poética en estos viajes astrales/mentales que tiznan de una pátina mágica lo que en MORT era puro pesimismo y melancolía. Un trabajo colosal del dibujante para unos guiones sutiles de un guionista (ya habían unido fuerzas en UN TAL DANERI y repetirían con BUSCAVIDAS) que ejerce con respeto y talento la admiración por los grandes de su país.

EL PEREGRINO DE LAS ESTRELLAS
con Enrique Breccia: ****
Con el "otro" Breccia, tendría Trillo una de sus mejores colaboraciones a lo largo del tiempo. No solo por el mutuo entendimiento que sus viñetas exudaban en cada detalle y en cada personaje, sino por ser capaz de alcanzar en este caso las mismas estrellas. Un hermano sideral del igualmente magnífico ALVAR MAYOR se hizo al espacio de la mano de un Trillo desbordante en fantasía, imaginación y reflexión de poso humanista. Aventuras marítimo-espaciales a través de galaxias y caracteres tan ricos y complejos como solo unos pocos guionistas han sido capaces de deshilachar en la historieta, completan una obra exquisita en todas y cada una de sus vertientes, editada dignamente por la más que loable Doedytores, en un esfuerzo de recuperación de clásicos argentinos admirable.

LAS PUERTITAS DEL SEÑOR LOPEZ
con Horacio Altuna: ****1/4
No se puede dejar de mencionar en el apartado de colaboraciones la que Trillo cultivó con Altuna, llegando a un entendimiento cuasi mágico en joyas como EL ÚLTIMO RECREO, EL LOCO CHAVEZ o MERDICHESKY. Pero si hay una obra que me resulta especialmente lúcida y querida de este tandem de lujo es sin duda LAS PUERTITAS, todo un muestrario de sátira histórico-política de un país, un modo de vida y una forma de entender el arte en el tebeo. Un personaje apocado, aplastado por un trabajo y una mujer a cada cual más asfixiante y esclavista, huye cruzando las puertas de cualquier aseo a mano para entrar en mundos imaginarios donde ser un héroe, un hombre libre, otra persona. Un sinfín de historietas, cargadas de humor, dulzura, crueldad, escepticismo y esperanza. Una de las mejores y más logradas creaciones de un Trillo en estado de gracia.

Siempre me quedaría corto cantando las alabanzas de un escritor sinpar, responsable de multitud de trabajos tan interesantes y notables como LA LEYENDA DE LAS CUATRO SOMBRAS, SICK BIRD, CYBERSIX, sus colaboraciones con Jordi Bernet en CUSTER, CICCA DUM DUM o la famosa CLARA DE NOCHE, sus soberbias obras con Juan Gimenez en BASURA y EL EXTRAÑO JUICIO A ROY ELI, así como su fructífera relación con Eduardo Risso en YO VAMPIRO, FÚLU, CHICANOS o LOS MISTERIOS DE LA LUNA ROSA. Un nombre a grabar con letras de oro en el panteón de los grandes del Noveno Arte. Carlos Trillo nació el 1 de Mayo de 1943 en Buenos Aires y murió el 7 de Mayo de 2011 en Londres. Entre ambos momentos imaginó historias y personajes que nos han hecho soñar y ser mejores. Descanse en paz.

domingo, 8 de mayo de 2011

Cómic: Granja 54

Hoy reseña/crítica/comentario de GRANJA 54. Ya he comentado por aquí el aspecto limítrofe de la "novela gráfica" en cuanto a resultados más que a intenciones del material de partida. Este trabajo seleccionado para Angoulême se acomoda directamente en el saco del tebeo gafa-pasta haciendo más gala de sus vicios que de sus virtudes.

GRANJA 54 de Galit y Gilad Seliktar: **

La sinopsis que la editorial facilita como promoción resulta bastante esclarecedora sobre que tipo de obra podemos encontrar: "Noga, una joven israelí nacida al principio de los años 70, vive en Granja 54, un pequeño pueblo no muy lejos de Jerusalén. Tres etapas marcan su paso de la adolescencia a la edad adulta, envueltas en una atmósfera oscura e inquietante. GRANJA 54 evoca los traumas que se esconden debajo de una tranquila juventud en el campo, a la sombra de las guerras y de la violencia. Tres historias de crecimiento con retazos autobiográficos". Como se puede ver el material temático abordado no deja lugar a dudas, incidiendo sin mesura en las claves que convierten la vertiente de moda en el cómic en el gancho de su consumo, a saber; "joven israelí", "paso de la adolescencia a la edad adulta", "guerras y violencia" y por supuesto "retazos autobiográficos". Nada que objetar al empleo de estos recursos cuando se usan como medio para transmitir algo con emoción (ahí está Joe Sacco), pero su conjugación como, al menos a mí me ha parecido, mera adicción de elementos con los que ensamblar un producto prefabricado-para-emocionar me resulta tan inane como vacua.

El dibujo esquemático, esbozado y aséptico, de narración fría aunque efectiva consigue transmitir ciertas sensaciones, matizadas por un agradable bitono. Pero esa parsimonia adoptada con afectación y existencialismo contemplativo con la que buscar denodadamente la pose dramática, la soledad y el distanciamiento de la protagonista de su propia vida consigue expulsar al lector de cualquier implicación con la historia que se nos presenta, por otro lado poco novedosa. Cabe mencionar la destacable secuencia de la piscina en el primer relato de los tres agrupados "Socorrista suplente", donde la sensación de intimidad y deseo queda ejemplarmente ilustrada, así como algunas pinceladas de multiculturalidad en "Casas", donde su interesante narrativa (que abre y cierra la trama con una hermosa metáfora vital) demuestra que los hermanos Selitkar conocen los mecanismos de la displina pese a esconderlos bajo un montón de clichés con los que vender su producto.

Interesante por aquello de explorar autores y obras extranjeras allende lo conocido, pero poco más. Buena edición de Astiberri en esta ocasión.

viernes, 6 de mayo de 2011

Cómic: Un Verano Insolente

Hoy reseña/crítica/comentario de UN VERANO INSOLENTE. El tandem de los autores responsables de la obra que hoy toca comentar ya lleva un buen camino a sus espaldas. La seguridad que el entendimiento mutuo proporciona anunciaba el éxito de antemano para su más reciente trabajo.

UN VERANO INSOLENTE de D. Lapierre y R. Pellejero: ***

Siempre han existido simbiosis majestuosas que han dignificado el nivel de calidad en todos los medios (en el cine y su música con Hitchcock y Herrmann, Spielberg y Williams o Schaffner y Goldsmith por citar solo algunos de los más destacados), siendo el tebeo por aquello de componerse de una historia e imagenes para plasmarla, uno de los mejores vehículos para el desarrollo de dichas colaboraciones artísticas, donde guionista y dibujante se comunicarán a través de los vericuetos narrativos de su disciplina hasta alcanzar en casos excelsos la solidez de lo que parece ser una única mente creadora. Ejemplos de dicho grado especialmente celebrados en el noveno arte son Oesterheld y Breccia, Muñoz y Sampayo, Moore y Campbell o Gaiman y McKean, siendo la unión de Rubén Pellejero y Denis Làpierre uno de esos casos mágicos donde el trabajo de uno se funde con el del otro, siendo dificil delimitar la imaginación de cada talento al conseguirse una voz única.

Contar la vida de la revolución social y cultural del México de los años veinte, donde el arte explotaba y se vivía la libertad en cada rincón, supone un dulce que estos dos talentos con obras tan destacadas a sus espaldas como EL VALS DE GULAG o UN POCO DE HUMO AZUL, saber aprovechar utilizándolo como reflexión sobre la creación artística, la ambigüedad de las relaciones amorosas abiertas o la degradación de los ideales. Un caldo de cultivo interesantísimo en el que el hilo conductor (bordado con sutileza y clasicismo por Làpierre) es la bella y trágicamente anunciada historia de amor entre los fotógrafos Tina Modotti y Edward Preston. Para su ilustración un, como de costumbre, soberbio Pellejero despliega un colirido vívido y romántico, lleno de verdes esperanzadores en su primera parte, para pasar a colores ocres y terrosos más apagados en la segunda. Su trazo delicado, sensitivo y sutil vuelve a sorprender tanto por la maestría de su narrativa secuencial como por la emoción que consigue imprimir en sus personajes; compasión, dolor, deseo, tristeza, melancolía, vida. Solo por su dibujo ya merecería la pena realizar este viaje.

Un tebeo más que recomendable editado con buen gusto en tapa dura por parte de Astiberri, aunque con bastante reducción de tamaño respecto a los dos albumes que se editaron en Francia. No obstante por la estructura de su cuadrícula y el volumen de las viñetas parece sufrir menos que otros la embestida del formato "novela gráfica" que se impone en este tipo de historietas.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cómic: La Agencia de Detectives Black Diamond

Hoy reseña/crítica/comentario de LA AGENCIA DE DETECIVES BLACK DIAMOND. Tras los dos tomos de ALEC, aseveré que todo lo firmado por su responsable vería reseña por estos lares. Pues bien, estoy decidido a mantener mi palabra aun con la moderada decepción que su última obra editada me deja.

LA AGENCIA DE DETECTIVES BLACK DIAMOND
de Eddie Campbell: **3/4

No me entiendan mal la entradilla, me ha gustado BLACK DIAMOND, me ha entretenido mucho la historia y he disfrutado como un loco con el dibujo soberbio de Campbell, pero hay algo en su narrativa que no acaba de cuajar. En conjunto parece que el inglés ensambla las piezas con más cuidado por las partes que por el todo, empleado un tono narrativo difuminado e impreciso en una historia alejada de sus habituales derroteros de cosecha propia (los autobiográficos vamos) apartándose casi por completo de esa capacidad de emocionar que tan fácil y sutilmente deslizaba por las viñetas de Alec McGarry. Quizás sea algo meramente puntual, y esta trama detectivesca de venganza y conspiraciones en el oeste basada en un guión cinematográfico de Charles Gaby Mitchell no sea más que un divertimento sin pretensiones en el que volcar todo el amor al pulp que Campbell lleva dentro. En tal caso se explicaría la caótica puesta en escena de algunas secuencias claves como el tiroteo en la estación o la confusión en la presentación y seguimiento de las acciones de algunos caracteres, volcadas en los clichés de un género al que el autor parece confiar todas sus cartas en lugar de jugar alguna por sí mismo.

Con todo un libro que por abordar precisamente una de mis confesas debilidades, el western, y dibujado no obstante con una maestría individual en cada viñeta indiscutible, se disfruta y consume con deleite, por lo que queda recomendado con las salvedades apuntadas. Mención aparte para la irregular encuadernación en rústica de la normalmente estupenda Astiberri, tanto por el corte en el texto de una de sus páginas iniciales, como por la maquetación sin márgenes y otros detalles que abaratarán la edición, pero empeoran la sensación del producto en el lector. Al final todo suma.
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